Nos mamamos de su patética discusión entre performance y marca. Entre digital y ATL. Estar entre la gente que sabe y los idiotas que están al mando. No mamamos de ese barco llenos de marinos miedosos que no se atreven a proponer nuevas cosas por miedo a perder el puesto, que siguen pensando en televisión porque es lo más rentable. Agencias que prefieren que el barco navegue en aguas tranquilas y adoran capitanes bien hablados, pero sin pasión.
Que nuestras ideas las presentaran como si fueran de ellos, nos cansamos de la arrogancia del creativo de agencia de publicidad, en definitiva nos mamamos de vivir en los noventa, de los gerentes charlatanes que solo corrigen la ortografía de nuestras propuestas y después se apropiaran de nuestros postulados.
Y un día nos bajamos de ese barco. Y al siguiente día creamos un barco más pequeño pero más ágil, y fuimos creando el barco mientras íbamos navegando por mares más difíciles y complicados. Invitamos piratas y a los marineros les dimos una patada en el culo. Y llamamos a ese pequeño barco StoryData, lo llamamos así porque queremos navegar con los datos correctos para llegar a la historia que nos mueve el piso.
Queremos contar historias, no Excel ni “pobres point”, porque creemos que los negocios no son datos, son historias. (si no crees eso, no perteneces a este barco)